Lo primero que cruzó mi mente al despertar fue lo que había
ocurrido la noche anterior y no pude evitar que una sonrisa bobalicona se
instalara en mis labios. Estiré el brazo esperando encontrar el caliente cuerpo
de Mario para abrazarlo, pero no estaba. Abrí los ojos y me incorporé, mirando
alrededor. Suspiré aliviado al ver su ropa todavía tirada de cualquier forma en
la silla de escritorio... No es que hubiera imaginado que Mario había salido
corriendo arrepentido de lo que había pasado, que va... Estábamos saliendo,
¿verdad? Así que era imposible que aquello pasara...
Me puse de pie con un bostezo y me puse la ropa interior
antes de salir de mi habitación en busca de Mario. Le escuché haciendo ruido en
el baño y cuando me asomé le vi mirándose el cuerpo desnudo, salvo por los
boxer, en el espejo.
-
¿Qué haces? – pregunté enarcando una ceja.
Él me lanzó una mirada enfurruñada.
-
Podías haberte contenido un poco. ¡Mira! ¡Los tengo por todo
el maldito cuerpo! – dijo mientras se señalaba el cuello y el pecho.
Efectivamente, tenía el cuerpo lleno de pequeñas, y no tan
pequeñas, marcas moradas. Quizá sí me había pasado un poco, por no hablar de
las dos... no, tres veces que lo habíamos hecho esa noche. Mario debía tener
todo el cuerpo dolorido. Me acerqué a él con una sonrisa y le abracé desde
atrás.
-
¿No empiezas pronto la universidad? Es para que ningún moscón
se te acerque – dije dándole un beso en el cuello.
-
No se me han acercado en 19 años de vida... No creo que vayan
a hacerlo ahora, ¿sabes? – respondió Mario recostándose contra mí.
-
¿Qué tal estás? ¿Te duele algo? – pregunté apoyando mi
barbilla en su cabeza.
-
Me duele un poco la espalda y... las caderas, pero bah... Fue
genial – respondió mirándome a los ojos a través del espejo.
Sonreí más ampliamente.
-
¡Ese es mi chico! – dije, abrazándole por la cintura y
elevándole en el aire.
Mario soltó una carcajada. Me encantaba verle reír y, por
desgracia, no era algo que hiciera muy a menudo. Era una persona increíblemente
seria y, aunque también me gustaba esa parte de él, iba a disfrutar de lo lindo
una vez que Mario se soltara de todo conmigo. Lo único que le hacía falta era
confianza en sí mismo y yo estaba dispuesto a dársela.
Dándole un último beso en la mejilla, le dejé en el suelo y
me separé de él.
-
Voy a ver qué podemos desayunar, no quiero que este culito
pase hambre – enfaticé mis palabras con un azote en su trasero y salí del baño
riéndome a carcajadas ante las quejas de Mario.
Estaba esperando a que se tostara el pan Bimbo, cuando escuché
cómo la llave entraba en la cerradura y esta giraba para abrir la puerta. No
podía ser...
Me asomé por la puerta de la cocina y me encontré con mi
madre en el umbral, cargada con un par de maletas, el pelo castaño enmarañado y
cara de estar tremendamente cansada.
-
¡Mamá! ¿Qué haces aquí? – fue lo primero que dije.
-
Yo también me alegro de verte, Marco. Ya que estás ahí,
ayúdame con esto – dijo ella tendiéndome la que más pesaba.
-
Me... me alegro de verte, pero... ¿por qué no me avisaste de
que ibas a llegar hoy por la mañana? – llevé la maleta al salón y la dejé
encima del sofá.
-
¿Qué más da? Ni que fueras un niño... ¿Para qué iba a
avisarte? – respondió ella que venía detrás mía.
-
¿Marco? ¿Con quién estás habl...?
Mario había salido del baño, y al escucharme hablar, había
venido al salón, todavía en boxer. Su cara pasó de tener una expresión
confundida a la más absoluta sorpresa... Se quedó totalmente sin palabras. He
de decir que la reacción de mi madre no fue muy distinta, pero al menos ella estaba
vestida.
-
Para que no pasen cosas como esta, por ejemplo... – dije,
rascándome la cabeza – Bueno, ya no hay nada que hacer... – añadí encogiéndome
de hombros - Mamá, este es Mario, mi novio... Mario, esta es mi madre, Judith.
Ninguno de los dijo nada, solo se quedaron mirándose uno al
otro. Mario deseando desaparecer en algún lugar remoto y mi madre, intentando
averiguar si le había hablado de algún novio recientemente.
-
Eh... ah...
uhm... Hola – terminó por decir Mario – Siento mucho recibirla... así.
Iré a vestirme ahora mismo – dijo de forma atropellada y desapareciendo por el
pasillo.
-
La culpa es mía, tendría que haber avisado – dijo mi madre en
voz alta para que él la oyera. Luego se giró hacia mí con una ceja enarcada,
esperando una explicación - ¿Y bien? No sabía nada de este Mario...
-
Nos conocimos a principios de verano, tú ya estabas de
vacaciones y...
-
No me lo podías decir por teléfono cuando hablábamos, ¿no? –
ella suspiró – Nos habríamos ahorrado este momento incómodo si me hubieras
dicho algo, pero siempre te callas las cosas.
-
Mamá... – comencé a decir, pero ella me interrumpió.
-
Ve con él, ahora mismo debe estar... no sé qué palabra usar
para lo que se tiene sentir al conocer a tu suegra en ropa interior después de
una noche de sexo con su hijo y en su casa.
Echándole una última mirada a mi madre, fui a reunirme con
Mario en mi habitación. El pobre se estaba poniendo la camiseta a toda
velocidad después de haberse puesto los pantalones. Me miró con ojos de
cachorro cuando entré.
-
Tu madre me odia, ¿verdad? Le he dado una imagen de mierda...
¡Y sabe todo lo que hicimos anoche! No podré volver a mirarla a la cara...
-
Venga ya, Mario, no es para tanto... pasó algo parecido cuando
fui a tu casa.
-
¡Pero era mi padre el que estaba en calzoncillos, no tú! ¡Y no
acababas de pasar la noche en mi casa!
Le abracé soltando una carcajada. Cuando estaba nervioso era
tan adorable... Me hacía querer achucharle hasta que crujieran todos sus
huesos.
-
Tranquilízate o tendré que tirarte en la cama y desnudarte de
nuevo y...
-
¡Vale, vale! ¡Lo entendí!
-
Cuando terminéis ahí dentro... podéis ir a desayunar – dijo mi
madre, apoyada en el marco de la puerta.
-
¡Mamá! – exclamé.
-
¿Qué? La culpa es tuya por dejar la puerta abierta... Es obvio
que tengo curiosidad por este chico. A fin de cuentas, se acaba de acostar con
mi hijo, ¿no?
Suspiré. Iba a ser un día muy largo...
"...es para que ningún moscón se te acerque" Ya, claro XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
ResponderEliminarConocer a tu suegra en ropa interior es una de las cosas que quiero hacer antes de morir. O después. Tal vez sea mejor después de muerta. ¿Te imaginas? Aparecer ahí, descompuesta con gusanos por el cuerpo y mis bragas de abuela... En fin.
Y va Marco y le recuerda lo de su casa XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Dios, aquello fue genial JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
Esto de quedarte aislada da buenos frutos XDDDD
Me ha encantado *.*
Yo también quiero que Marco me llene de chupetones *.*
EliminarJAJAJAJAJAJAJAJAAJJA, joder, tiene que ser cojonudo... conocer a tu suegra en ropa interior, con el cuerpo lleno de marcos y que sepa lo que has estado haciendo toda la noche xDDDDDDDDDDD
xDDDDDDDDDDDDDD Lo del padre de Mario fue grande, en serio JJAJAJJAJAJAJAJ
El capi que tengo a medias me está gustando todavía más *.*
OwO me ha encantado. El capitulo es genial!!!... me he casi orinado de risa jajajajajaja
ResponderEliminar"... no sé que palabra usar para lo que se tiene que sentir al conocer a tu suegra en ropa interior después de una noche de sexo con su hijo..."la mamá de Marco sueña genial.... vaya que cualquiera quisiera tener una madre así de comprensiva ante una escena semejante!!
Espero con ansias uno más! *.*
¡Gracias! ¡Me alegro! Jajajajaj, sí, la mami de Marco no tiene nada que envidiarle a la familia de Mario xDDDDDDDDDDD
EliminarME muero jajajajajajajajajajajajajjajajaj la mama de Marco es genial jajajajajajajaja Pobre Mario, todo descubridito para concer a la suegraajjajajajajja +100
ResponderEliminarJajajaja, sí, es genial ^^ Joe, encima, con lo que es Mario, todo timidín xDDDDDDDDDD
EliminarDios... como mola!!!! jajajaja Menuda madre... xD y que bonita forma de conocer a la suegra, sí...
ResponderEliminarY Marco y Mario son tan monos juntos... *.*
Seeeeeeeep, querida Ruthy xD Imagínate al serio de Mario... conociendo a su suegra en ropa interior xDDDDDDDDDD Me desorino xD
EliminarJajajaj que madre que tiene Marco... jejeje... igual ellos dos me parecen una ternura jejej
ResponderEliminarJajaja, sí ^^ Mario y Marco son adorables juntos >o<
EliminarOMG!! Pobre trauma se llava Mario *-*
ResponderEliminarbesitos<3
xDDDDDDD Na, se le pasará con un par de abracitos de Marco xD
Eliminar¡Un besito!
Lo peor es que la madre de Marco me recuerda a mi propia madre... aunque puede que no tan exagerado! XDD
ResponderEliminarQue bueno, me encanta.
¡Quiero más! :D
La madre de Marco es casi mi propia madre xDDDDDDDDDDDD Tiene salidas por el estilo y le mola sacarle los colores a la peña que viene a casa xDDDDDDDDDD
EliminarGracias ^^
XDDDDDDDDDDD la madre de Marco es la ostia, yo quiero una madre así XD
ResponderEliminarY el final? lo de - Que? La culpa es tuya por dejar la puerta abierta... Es obvio que tenga curiosidad por conocer a ese chico, a fin de cuentas se acabda de acostar con mi hijo, no?
XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Pero me da un poco de pena Mario, el siempre tan serio XDDD
Jajajajajaja, la mía se parece... pero no tan exagerado xDDDDD
EliminarYa... la mujer no se corta un pelo, ya la conoceremos más, será genial jajajajajajaja
Pobre Mario... está rodeado de gente tan diferente... con lo serio que es y está siempre rodeado de chalados xD