lunes, 30 de abril de 2012

Capítulo 17


Solté una carcajada al escuchar eso. El Mario nervioso era condenadamente adorable. Entré en su casa después de él, que cerró la puerta una vez que estuvimos los dos dentro.

Miré alrededor, fijándome en los detalles de la casa. La puerta de lo que suponía era la cocina estaba cerrada, así que lo primero que veías al entrar era el saloncito. No era grande, pero sí daba la sensación de ser acogedor. Se notaba que ahí vivía una familia unida, ya que todo estaba lleno de fotos. No pude evitar compararlo con  mi propio salón, donde apenas había una televisión y un mueble con una vajilla de porcelana cara que no se usaba nunca. Nada de fotos.

Me fijé en una donde aparecía un pequeño Mario que no tendría más de 12 años y dos niños que debían ser mellizos y que tendrían unos 8 años. Mario aparecía en la foto con una gorra negra, gafas, una camiseta verde y unos pantalones azules. Sonreí cogiendo la foto de la mesita en la que estaba.

-         Así que... ese genial don tuyo para la ropa te venía desde pequeño, ¿eh? – comenté mirándole y señalando la foto.

Él se rascó la cabeza, mirando hacia otro lado.

-         Eh... sí... a mis padres les parecía gracioso mi forma de elegir la ropa, así que me dejaron vestir así libremente... hasta ahora – comentó un poco avergonzado.

-         Vaya... – me fijé en los dos niños que también aparecían en la foto, uno a cada lado de él - ¿Son tus hermanos?

Mario asintió mirando la foto.

-         No os parecéis mucho – dije comparando a los mellizos con él.

-         Ya... ellos se parecen a mi madre... Yo... no – dijo incómodo, por lo que me di cuenta de que aquel era un tema delicado, aunque no sabía qué tenía de malo no parecerse a su madre. Seguro que había salido a su padre – Vamos a mi habitación – añadió.

Le seguí por el pasillo hasta llegar a la última habitación, en la que entramos. Las paredes estaban llenas de póster de Metallica, Blind Guardian y Bon Jovi. Miré a Mario y a la habitación alternativamente. No le pegaba para nada. Antes de abrir la boca, él se adelantó.

-         Ya sé que no pega nada conmigo, pero el aspecto no tiene nada que ver con el gusto musical – dijo muy serio.

Sonreí, sentándome en la cama, ya que era lo único que había para sentarse, a parte de la silla de escritorio donde estaba Mario.

-         Me has pillado – dije.

-         ¿Quieres tomar algo? – me preguntó. Todavía estaba nervioso, se notaba en su forma de agarrar los pantalones.

-         Mario – le llamé para que me mirara – Ven aquí – añadí dando unos golpecitos en la cama, a mi lado.

Él pareció titubear al principio, pero terminó levantándose de la silla y sentándose donde le había dicho.

-         ¿Sabes? No hace falta que estés tan nervioso. Haces que me sienta como algún tipo de monstruo ante un sacrificio virgen – le dije con una sonrisa conciliadora – No voy a lanzarme sobre ti, ni hacerte nada que no quieras.

-         Lo sé... Es solo que... es la primera vez que un chico sube a mi casa, a parte de...

-         Vale, vale, lo pillo – dije antes de que nombrara al chulito de turno.

Mario se miraba las manos, que seguían agarrando sus pantalones con fuerza. Sonreí de nuevo, agarrando su barbilla para obligarle a mirarme y me incliné sobre él.

-         Si fueras un poquito más adorable, me volverías completamente loco – le dije antes de besarle.

Él respondió de la misma manera torpe de la que había hecho gala en las veces anteriores. Abrió sus labios para que mi lengua pudiera jugar con la suya, que se movía como si le diera vergüenza. No es que me importara su lado tímido, al contrario, era algo que me encantaba. Llevé mis manos hasta sus hombros y, empujando ligeramente, conseguí que se echara para atrás, recostándose en la cama y dejándome a mí con medio cuerpo sobre él.

Al principio, sus manos se apoyaron en mi pecho, como si quisiera quitarme de ahí, pero finalmente terminó agarrando mi camiseta con fuerza al tiempo que un pequeño gemido se escapaba de sus labios para terminar contra los míos. Esa reacción me encendió y me animó aún más a seguir. Profundicé el beso, al tiempo que mi mano acariciaba su cuello, mientras la otra permanecía en la mejilla de él, para que no pudiera mover la cara ni aunque quisiera. La mano que estaba en su cuello comenzó a vagar hacia abajo llegando hasta su pecho, su costado, su cintura, su cadera... hasta detener su avance sobre su vientre, justo donde se encontraba la cinturilla de sus pantalones, para terminar bajando un poco más.

Me separé un poco de él, liberando sus labios y le miré. Tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos. Un ligero rubor cubría sus mejillas mientras su respiración se aceleraba poco a poco.

-         Esto ha sido rápido – susurré – Ya la tienes completamente dura – añadí comenzado a frotarla por encima de sus pantalones.

Mario gimió y se mordió el labio, arqueando la espalda, buscando más contacto... lo que me hizo sonreír. Vaya, vaya, toda su vergüenza parecía haber desaparecido. Volví a besarle, mientras mi mano trabajaba para desabrocharle los pantalones y meterse dentro.

12 comentarios:

  1. Mmmmmmmmmmmmmmmmm magreos homosexuales amateur... xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    Ainsss que ya tengo ganas de que se lo monten, a ver qué tal! xDD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, amateur, amateur... Tanto para Mario como para mí... He escrito muchas escenas de sexo, pero homosexual... ninguna. Será una nueva experiencia encantadora xD
      xDDD "A ver qué tal"... a Mario le va a doler... mucho... pobrecito xDDDDDDDDDDDDDDDDDD

      Eliminar
  2. >///////////////////< Accion!!! *-*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, sí, ya era hora *.* Más monos, mis chicos ^^

      Eliminar
  3. Por fin lo he podido leer, creí que nunca me enteraría del final -.- Que monos!!! No parece que nunca hayas escrito nada como esto XD se ve tan natural

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja, lo siento, lo siento... Pero es raro que te salga el aviso y no te deje pasar... Debería dejarte xDDD Bueno, si alguien me denuncia o lo que sea por no ponerlo... Lo pondrá Blogger xDDDDDDDDDDDDD Ya pensaré qué hacer entonces xD

      Jajaja, he escrito muchas escenas de sexo hetero... pero es la primera vez que lo hago con homo... No es que sea muy diferente, el mecanismo es el mismo... cambian las herramientas xDDDD Intentaré escribirlo lo más natural posible jajaja

      Eliminar
  4. ¡Sí! jajaja Son tan monos... xD Qué quieres que te diga... no parece que sea la primera vez que escribes esto, eh... jajaja Ahora... ya ves... tienes que pasar a la acción de verdad!!! :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son monísimos *.* Jajajaja... otra vez xD Repito xD He escrito muuuuucho sexo hetero... pero no homo xDDDDDDDDD No cambia mucho, solo que las reacciones y demás de los chicos... me cuesta más xD Yo sé describir lo que siento yo... pero no lo que siente un tío xDDDDDDDDd

      Eliminar
    2. pues me gusta tu manera de enfocarlo! jajaja :) Estaré esperando al siguiente capi! :D

      Eliminar
    3. Me alegro, me alegro, eso me anima a escribir más ^^ A ver si para mañana lo tengo... jojojojo, tengo en mente un capi cargadito ^^

      Eliminar
  5. Vaya que logras adentrarme en la historia por como escribes, siempre haciendolo todo tan natural... definitivamente me encanta!
    Vamos, que hace falta que comience la acción!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, voy a terminar pensando que me sale natural realmente xD Con la de tiempo que me quedé pensando cómo escribirlo jajajaja
      ¡Me alegro de que te adentres en la historia! ^^

      Eliminar

¿Te atreves a dejar un comentario a escondidas?