Carlos se levantó con evidentes intenciones de devolverle el
golpe a Marco, pero antes de que pudiera hacerlo, me interpuse entre los dos.
-
Cálmate, Carlos – le dije sujetándole el brazo.
-
¿Que me calme? ¿Que me calme? ¿Cómo quieres que lo haga? ¡Me
acaba de dar un puñetazo!
-
Y tú me has insultado a mí y no te veo pidiendo perdón – le
dije de forma áspera.
Marco se acercó a nosotros, me cogió de la mano y me separó
de Carlos de un pequeño tirón. El chico nos miraba con el ceño fruncido y apretando
los labios en un gesto enfadado.
-
¿Ni siquiera vas a decirle nada por haber pegado a tu mejor
amigo?
-
No, porque yo también pienso que te lo merecías. ¿Sabes? No
puedes ir por ahí insultando a la gente, solo porque las cosas no salen como tú
quieres – le dije, apretando la mano de Marco.
-
Has cambiado de mala manera – espetó Carlos, sacudiendo
despacio la cabeza – Desde que le conoces ya no eres el mismo – añadió,
señalando a Marco con un gesto.
-
¿Te refieres a que desde que me conoce está menos pendiente de
ti y más de mí? – le preguntó Marco levantando nuestras manos unidas, para
enseñárselo – Siento mucho habértelo quitado, pero yo le veo como una persona,
no como un perro faldero como pareces hacer tú.
Suspiré mirando a Carlos para luego girar mi cara en
dirección a Marco. Apoyé mi cabeza sobre su hombro.
-
No merece la pena, Marco. Se pone insoportable cuando está así
– dije.
-
¡Ah! Así que... ¿ahora soy insoportable? Y dime, Mario, ¿quién
coño ha estado a tu lado todos estos años? ¿Quién? ¡Yo! ¿Y me dejas a un lado
de esta manera?
Chasqueé la lengua, comenzando a ponerme de malhumor. Sí,
vale, él había estado a mi lado más que ningún otro, pero odiaba la forma en la
que lo decía, echándomelo en cara. Lo hizo porque quería, entonces... ¿por qué
me lo decía como si quisiera que le pagara alguna deuda?
-
Carlos, escucha... no te estoy dando de lado, simplemente
estoy empezando una relación con la persona en la que estoy interesado en estos
momentos. Eso no tiene por qué afectar a nuestra amistad, igual que no le
afectaron todas tus relaciones. Y sí, he estado colado por ti casi toda mi
vida, pero tú siempre has dejado claras tus inclinaciones, así que no vayas
ahora de pretendiente herido. He conocido a alguien y quiero intentarlo con él.
Si fueras mi amigo, como siempre has dicho que eras, supongo que lo entenderás,
¿no?
Él nos miró sin decir ni una palabra y, tras unos minutos
que se me antojaron realmente largos, se giró en silencio y se alejó de
nosotros sin echar ni una mirada hacia atrás. Dejé escapar un suspiro y me
rasqué la cabeza.
-
Bueno... lo intenté.
-
Ese... niñato... – murmuró Marco – Le partiría la boca sin
dudarlo, de verdad.
-
Déjalo ya – le dije – Carlos siempre ha sido un poco... así.
Se le terminará pasando. Recuerdo una vez...
-
Sí, sí, sí. Todo eso es muy entretenido, pero hay algo más
importante ahora mismo – Marco me sujetó los hombros y me giró hasta que nos
quedamos cara a cara, por lo que me vi obligado a levantar la mía para poder
verle bien – Así que... estás interesado en mí, ¿no? Y quieres intentarlo,
¿verdad? ¿O he malinterpretado lo que has dicho?
¿Cómo podría haberlo malinterpretado cuando lo había dicho
tan claramente? Era imposible y, ahora que me paraba a pensarlo, también era
vergonzoso. Me mordí el labio en un gesto nervioso y desvié mi mirada de él.
-
Eh... no dejes de mirarme – dijo él.
Cuando le miré, Marco estaba haciendo pucheros, que
resultaron totalmente cómicos y fuera de lugar, debido a la cadena que le
recorría el rostro desde el labio hasta la oreja y ese pelo azul de punta.
Sonreí y le besé. Fue un beso ligero y suave, un pequeño roce con sus labios.
Sin embargo, él no pareció estar satisfecho con ello, ya que su boca buscó la
mía con urgencia y me forzó a abrirla para recibir a su lengua en el interior.
Después de unos segundos, se separó de mí.
-
¿Nos vamos a cenar o qué? Me muero de hambre, joder – dijo,
rompiendo totalmente el momento.
-
Vaya, qué romántico todo... – le dije en tono jocoso.
-
¡Eh! Uno no puede ser increíblemente perfecto todo el tiempo,
¿sabes?
Soltando una carcajada, volví a agarrar su mano y echamos a
andar juntos.
Cada vez veía las cosas más claras. Y esas cosas me decían
que Marco era el camino correcto.
"Lo intentaré" jajajaja ni de coña!!!! Ahora no vengas de buen amigo... ¬¬
ResponderEliminar"Uno no puede ser perfecto todo el tiempo" Me encanta...!!!! *.* le estoy cogiendo cada vez más cariño a este chico jajaja
Lo de "Lo intenté" lo dice Mario... queriendo decir que intentó hacerle entender a Carlos, pero que este le ignoró xDDDD
EliminarY sí, Marco es absolutamente genial ^^
Que mono tenía que estar haciendo pucheros XDD anda que la frase que suelta al final "Uno no puede ser perfecto todo el tiempo" ainss *-*
ResponderEliminarUn día de estos que quito se lo quito a Mario XDD
Jajajaja, dios, no me lo imagino tan grande y llamativo haciendo pucheritos cual niño pequeño jajajaja No puede ser perfecto todo el tiempo... pero él casi lo consigue *.*
EliminarJAJAJAJAJAJA ^^
JAJAJAJAAJAJA "No se puede ser increíblmente perfecto todo el tiempo" No sabes cómo le entiendo... -.-'
ResponderEliminarxDDDDDDDDD Me encanta que Mario le haga ver a Carlos lo grave de su subnormalidad, aunque a este se la sople, pero bueno...
So great, nakama!
Veo que la frase ha tenido éxito jajajajajajaj Ya quisieras tú ser tan perfecta como lo es Marco *.*
EliminarBah, Carlos es retrasado... Menos mal que Mario está dejando de bailarle el agua xDDDDD
Mentirosilla xD
awwwwwwwww q tierno marco y q bueno mario diciéndole esas cosas a carlos y tn tierno diciendo q ahora esta interesado n marco y qre intentarlo cn el 0w0 lo amooooooooo
ResponderEliminarestuvo genial el cap espero el sig cn ansias
atte: tu fan n°1
Sí, Marco es hipertierno *.* Y Mariete por fin le dice las cosas claras a Carlos *.*
Eliminar¡Gracias! ¡Un besito!