lunes, 29 de agosto de 2011

Capítulo 02

El tío alto y extremadamente delgado que se acercaba a nosotros iba vestido con un pantalón largo y negro, con un montón de cadenas colgando de él, una camiseta negra con una calavera en el pecho y unas deportivas del mismo color. Tenía el pelo de punta y teñido de azul. Varios aros brillaban en sus orejas y una cadenita colgaba desde uno de ellos hasta el piercing que tenía en el labio.

Sí, el primo perdido de Eduardo Manostijeras y Sweeny Todd acababa de llamarme “bicho raro”. No sabía si reírme o echarme a llorar.

Las chicas que había a nuestro alrededor no dejaban de mirarle fijamente, dejando claro que si fueran personajes de un manga shojo les saldrían corazones de los ojos, sangre por la nariz y habría miles de florecitas revoloteando alrededor de ellas; los chicos le lanzaban miradas burlonas y se reían entre ellos señalándole, y los abueletes que paseaban por el parque le miraban con un nivel de desaprobación tan patente que casi podías tocarlo con los dedos. Con lo que llamaba la atención el condenado tipo y yo no me había fijado antes en él. Y ahora que lo había hecho no podía negar que era guapo. Muy guapo. Y conforme se acercaba y se detenía al lado de su amiga... me di cuenta de que era mucho más que guapo. Tenía los ojos... uhm, entrecerré los míos. ¿Eran grises? Sí, el tipejo tenía unos bonitos ojos grises. ¡Guau! El tío era realmente impresionante, así en conjunto.

Cuando fui capaz de apartar la mirada de ese chico, me di cuenta de que Carlos estaba de pie discutiendo con él y la chica estaba en medio, intentando que se tranquilizaran.

-         ... jodido emofriki de mierda y que tenga los cojones de insultar a mi amigo...

-         ¿A quién estás llamando “emofriki”, gilipollas? – contestó “Eduardo Todd”.

-         ¿Queréis parar de una puta vez, payasos? – exclamó la joven, mirándolos a los dos mosqueada.

-         Dile a tu novia emo que se tranquilice – dijo Carlos.

-         Y dale con los emos... ¿Qué te pasa con ellos? ¿Ha abusado alguno de ti, niño bonito?

-         ¡Eh, Bono! ¿Sería mucho pedir que te acercaras y ayudaras a separar a los machitos?

La chica me estaba mirando y, en ese momento, recordé que yo seguía sentado en el suelo y mirándolos con cara de tonto, por lo visto. Me puse de pie de un salto, me sacudí los pantalones y me acerqué a Carlos, pasándole el brazo por los hombros.

-         Venga, déjalo ya... no merece la pena.

Carlos me miró con el ceño fruncido.

-         Te ha insultado sin venir a cuento y porque le ha salido de las pelotas... ¿y te da igual?

Puse los ojos en blanco. Esa faceta de tío chungo era lo que menos me gustaba de él.

-         ¿Y qué ganas insultándole tú también? ¿Le has mirado bien? Está claro que le da igual lo que digan, exactamente como a mí. Me da lo mismo lo que me diga un  tío que ni siquiera me conoce y que parece sacado de una peli de Tim Burton – la chica y el tipejo soltaron una carcajada, pero Carlos me lanzó una mirada enfadada.

-         Ya has escuchado al bicho raro, niño bonito, para de una vez – dijo el tipejo todavía riéndose.

-         Déjalo, tíiiiiiio, no seas pesado tú también – le dijo la chica dándole un golpecito en el brazo.

-         Vale, vale, pero no me pegues más – “Eduardo Todd” sonrió de medio lado mirándola  - Pero para que quede claro... no le estaba insultando. Solo puntualizaba un hecho. Mírale y luego me dices que no es un bicho raro -  dijo echándole una mirada a Carlos – Bonitas gafas, por cierto – terminó dirigiendo sus ojos hacia mí con una sonrisa sarcástica en los labios. Y dicho esto, cogió el balón, agarró a la joven de la cabeza, que no le llegaba ni a los hombros y tiró de ella alejándose de nosotros.

-         Imbécil... – susurró Carlos dejándose caer de nuevo en el suelo y mirándolos enfadado - ¿De qué circo se habrán escapado? Ahora que lo pienso... ¿no venía el circo de los horrores esta semana?

Sin prestarle atención, me quedé observando cómo la pareja se alejaba de nosotros. Y antes de poderlo evitar, me encontré llamándoles la atención. Pude sentir la mirada sorprendida de Carlos en mi espalda.

- ¡Eh! – les llamé y cuando el tipejo giró su cabeza para mirarme, formulé la pregunta que iba a cambiarlo todo para bien o para mal - ¿Cómo te llamas?

8 comentarios:

  1. "Sí, el primo perdido de Eduardo Manostijeras y Sweeny Todd acababa de llamarme “bicho raro”."
    Creo que solo por eso acabas de convertirte en mi ídolo xDDDDDD
    ¡¡Me encanta!!
    Y el hecho de que vea a Shin como el tio bueno este... se ha convertido en un muy buen gancho para que no aparte la vista de este blog!! jajajajaja

    ¡¡Espero el siguiente!!
    Saludoos ;D

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Navegando por ahí encontré este blog... y ¡me ENCANTA! Me gusta un montón como escribes, y la historia es sencillamente genial!
    Esta frase es sencillamente fantabulosa.
    En conclusión, que tu historia mola cantidubi ;) Espero el siguiente con ansias!!
    Saludos :3

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  4. Kairi: Jajajajaja, es que es verdad... le llama bicho raro un tío que es más raro que él aún xDDDDDDD
    ¡Me alegro de que te guste!
    Jajaja, la verdad es que cuando vi la foto de Shin, pensé... ¡Marco! Jajajaja

    i: ¡Me alegra de que te guste, tanto mi forma de escribir como la historia! ^^

    ¡Muchas gracias y besitos!

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  5. me estoy enganchando a la historia.
    Ahora voy a por el capitulo 3.
    me está gustando mucho. ^^
    besitos<3

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  6. ¡Me alegro de que te enganche y de que te guste! ^^

    ¡Un besito!

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  7. awwwww que guay que se pone la historia...me encantó mucho la pelea.

    Sweeny Todd, la única película que me dio miedo ¬¬
    Jajajajaja Eduardo Todd XDDD

    Esta historia de cada vez me gusta mucho más.

    Un saludo ^//^

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    Respuestas
    1. ¡Síiiiiiiiii! Me alegro de que te gustara >o<

      JAJAJAJAJAJA lo de Eduardo Todd es genial xDDDDDDD

      Me alegro, en serio ^^

      ¡Un besito!

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